talked to her
Y bueno. Ella era de larga cabellera pelirroja. La piel muy blanca. Pero muy blanca. Ella sufría de anemia. Tenía la sangre delgada, como dicen.
Yo crecí, creo, intuyendo la pena suya. Ella es fuerte. Las más fuerte de todas las que conozco. Yo la creía invencible. In-ven-ci-ble. Bruja y hechicera. Omnipotente. Yo la creía capaz de todo. Clarividente. Musa. Refugio.
Ella llena nuestra mesa de risas y anécdotas. De historias alegres y graciosas. Derrocha abrazos y piropos como nunca yo podría. Nos hace felices y nos sostiene. Y si no estuviera... yo no sé.
Pero en algún momento ella se volvió así. Ella fue una niña asustadiza y débil. Una niña atemorizada y maltratada por la vida, la pobreza y unos padres de los que no debiera haber. En qué momento y por qué dejó los castillos en el aire y se volvió un mujer fuerte, no lo sé. En qué momento dejó de temer y se hizo fuerte, no lo sé. Pero como dije, yo sé (siempre supe) que algo había ahí escondido detrás de mil capas (una niña agazapada, transparentada de temor).
Yo de esa historia suya supe hace poco. Y me llena de pena. Y un poco sorprendido pienso: a pesar de todo se sobrevive, y a pesar de todo se ama, y pesar de todo se contruye una vida y se toca por un momento la felicidad.
Yo a la gente con energía vital la envidio. Esa gente que va por la vida como si tuviera un par de pilas cargadas. En propulsión turbo. No sé si se entiende: de esa gente que pareciera que deja una estela de energía cuando camina, esos que caminan como si supieran hacia dónde van.
Y sin embargo, ella no solía ser así.
Y yo la admiro aún más por eso. Porque eso significa que en algún momento le quitó los planos a ese que lo ordena todo y se convirtió en su propia arquitecta.
Tal vez fue un error, pienso ahora. Pero le conté todo. O casi todo. Mi idea fija era ordenar las cosas. Tratar de quitar todas las fricciones, transparentarme a los demás y a mí mismo. Ordenar el puzzle de mi vida (porque estaba ordenado y de algún modo y por alguna razón se desordenó). Quería poner las cosas en su sitio. Instintivamente. Me impulsó el instinto.
Y con más y mejores palabras me dijo que todo estaba bien. Pero sé que es difícil para ella. En cierto modo ella lo esperaba, pero de todos modos... Lo raro es que ahora se volvió más dificil para mi también. Esto de limpiar la casa es un trabajo arduo. Pienso mucho y confuso. Pienso A y luego B. Y luego C y D, y vuelvo a B para pasar a A. Pero me lo tomaré con calma. Trataré. Be cool, joven, take it easy.
Es raro eso sí. Lo que me pasa con ella. Que siempre, de algún modo racional o irracional, termino acoplándome a lo que dice, piensa o desea. Es como un mecanismo automático. No tiene ni siquiera que tratar de convencerme. Siempre le encuentro la razón, y siempre termino pensando como ella. De algún modo u otro. Es confuso, no? Para mi lo es más.
No sé porqué escribo esto acá. Esto califica para mi diario (el otro, el de papel, donde se supone que se encuentra mi yo más auténtico. Digo "se supone" porque en verdad eso del yo auténtico no existe. Ustedes entienden). En fin. Dejémoslo así. Es parte de la limpieza. Un poco de basura por aquí, otro por allá. Un rato barres de izquierda a derecha y después de derecha a izquierda. Esparces un poco la tierra y talvez no limpias nada. Pero lo intentas.
Ella es mi madre, por supuesto.
saludos.
Yo crecí, creo, intuyendo la pena suya. Ella es fuerte. Las más fuerte de todas las que conozco. Yo la creía invencible. In-ven-ci-ble. Bruja y hechicera. Omnipotente. Yo la creía capaz de todo. Clarividente. Musa. Refugio.
Ella llena nuestra mesa de risas y anécdotas. De historias alegres y graciosas. Derrocha abrazos y piropos como nunca yo podría. Nos hace felices y nos sostiene. Y si no estuviera... yo no sé.
Pero en algún momento ella se volvió así. Ella fue una niña asustadiza y débil. Una niña atemorizada y maltratada por la vida, la pobreza y unos padres de los que no debiera haber. En qué momento y por qué dejó los castillos en el aire y se volvió un mujer fuerte, no lo sé. En qué momento dejó de temer y se hizo fuerte, no lo sé. Pero como dije, yo sé (siempre supe) que algo había ahí escondido detrás de mil capas (una niña agazapada, transparentada de temor).
Yo de esa historia suya supe hace poco. Y me llena de pena. Y un poco sorprendido pienso: a pesar de todo se sobrevive, y a pesar de todo se ama, y pesar de todo se contruye una vida y se toca por un momento la felicidad.
Yo a la gente con energía vital la envidio. Esa gente que va por la vida como si tuviera un par de pilas cargadas. En propulsión turbo. No sé si se entiende: de esa gente que pareciera que deja una estela de energía cuando camina, esos que caminan como si supieran hacia dónde van.
Y sin embargo, ella no solía ser así.
Y yo la admiro aún más por eso. Porque eso significa que en algún momento le quitó los planos a ese que lo ordena todo y se convirtió en su propia arquitecta.
Tal vez fue un error, pienso ahora. Pero le conté todo. O casi todo. Mi idea fija era ordenar las cosas. Tratar de quitar todas las fricciones, transparentarme a los demás y a mí mismo. Ordenar el puzzle de mi vida (porque estaba ordenado y de algún modo y por alguna razón se desordenó). Quería poner las cosas en su sitio. Instintivamente. Me impulsó el instinto.
Y con más y mejores palabras me dijo que todo estaba bien. Pero sé que es difícil para ella. En cierto modo ella lo esperaba, pero de todos modos... Lo raro es que ahora se volvió más dificil para mi también. Esto de limpiar la casa es un trabajo arduo. Pienso mucho y confuso. Pienso A y luego B. Y luego C y D, y vuelvo a B para pasar a A. Pero me lo tomaré con calma. Trataré. Be cool, joven, take it easy.
Es raro eso sí. Lo que me pasa con ella. Que siempre, de algún modo racional o irracional, termino acoplándome a lo que dice, piensa o desea. Es como un mecanismo automático. No tiene ni siquiera que tratar de convencerme. Siempre le encuentro la razón, y siempre termino pensando como ella. De algún modo u otro. Es confuso, no? Para mi lo es más.
No sé porqué escribo esto acá. Esto califica para mi diario (el otro, el de papel, donde se supone que se encuentra mi yo más auténtico. Digo "se supone" porque en verdad eso del yo auténtico no existe. Ustedes entienden). En fin. Dejémoslo así. Es parte de la limpieza. Un poco de basura por aquí, otro por allá. Un rato barres de izquierda a derecha y después de derecha a izquierda. Esparces un poco la tierra y talvez no limpias nada. Pero lo intentas.
Ella es mi madre, por supuesto.
saludos.
4 Comments:
siempre uno piensa que las madres lo saben todo, o que todo finalmente lo pueden llegar a entender. Pero en el momento en que uno apela a esa capacidad que le adjudicamos o más bien intuimos por donde irá su reacción aparecen con algo totalmente inesperado y nos quedamos con una sensación rara, o a veces con gusto a poco, otras nos conformamos con su sobrereacción. Pero esta reacción, la que tu cuentas, es quizás la más importante, de la cual esperamos mucho o poco pero esperamos algo. Me quedo triste. No es limpieza, creo que no hay basura solo cosas desordenadas
waaa, tu madre. el fin de semana vi "Roma" en dvd con mi padre. la has visto?
mi madre no es Roma y todavía no me animo a escribir sobre ella. sería mucho, unos mil post mínimo. Quizás semanas antes de morirme haga el intento.
bear hug,
bello homenaje a tu madre, es raro esa relacion que se da con los hijOs(notese que resalto el caracter de maxo) como de necesidad de aprovacion y de sentirse amado por la madre...aprovecha ahora de demostrarle lo muxo que sientes por ella, por que hay gente que de sobervia no lo hace, y luego se arrepiente muxo
Oh que intenso... hay veces en que me han dicho que las tonteras que yo escribo son intensas u honestas, pero lo tuyo la caga, esa sensibilidad me dejó pa'dentro mucho rato, no tengo algo inteligente o clever que decir.
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